la COLUMNA de Claudio Martínez. "... 2018: nada puede salir peor ... "

2018: nada puede salir peor

CLAUDIO MARTÍNEZ | @martinezchino | PERIODISTA DEPORTIVO

No hace falta ser muy optimista para saber que el año 2018 será mejor para el fútbol salvadoreño que el 2017. La afirmación se basa en una simple ecuación: es imposible que sea peor. Basta repasar todos los hechos ocurridos en este año que pasó para llegar a esa conclusión…

Un año en que casi se implementa una liga paralela, que hubo jugadores como Richard Dixon que estuvieron casi seis meses sin cobrar, donde hubo equipos como Águila y Firpo son largos meses de atraso salarial, con clubes “resucitados” a pesar de contravenir todas las reglas, con estadios “reconstruidos” por la mitad, con presidentes fantasmas, butacas robadas, entrenadores que duran tres juegos y refuerzos extranjeros que viven en la banca, con violencia en los estadios, aficiones que abandonaron a sus equipos, copas de duración interminable y reglamento manipulable, con una larga lista de directivos castigados por intentos de sedición, torpezas administrativas y/o omisiones inconcebibles…

Aún así, hay motivos para ilusionarse… La Selecta, aun en un año con Mundial y seguramente con pocos juegos amistosos, deberá seguir asomando. Quizás Alianza y Santa Tecla, dos modelos institucionales diferentes pero igualmente exitosos, tengan más compañía. Los futbolistas espontáneamente empiezan a hacerse sentir como gremio y eso los hará más fuerte.

En 2018, además, se termina la gestión de la actual directiva de la Fesfut, una fecha que muchos idealistas esperaban con ansias y muchos pesimistas con resignación, ya que probablemente muchos de ellos acaben reeligiendose por otros cuatro años. Tampoco aparecen en el horizonte, hay que decirlo, directivos exitosos o inmaculados -en lo posible con ambos atributos- a los que la gente pida a gritos para conducir la nueva directiva de la Fesfut.

Insisto en que este año que acaba de comenzar tiene que ser mejor por el simple hecho de que en 2017 ya se tocó fondo y es imposible estar peor. Mi única duda es que estamos hablando del fútbol salvadoreño, y donde hasta lo que parece imposible puede hacerse realidad. Para bien o para mal.