La columna de Claudio Martínez: Sobrevivientes del banquillo

Sobrevivientes del banquillo



Claudio Martínez | @martinezchino | Columnista



Que después de 8 jornadas haya solo dos entrenadores que dejaron su cargo podría considerarse un auténtico milagro. Normalmente a estas alturas son tres o más, llevando casi siempre el liderazgo en ese rubro en Centroamérica. Hasta aquí han sido sólo dos: Manuel Carranza Murillo, en el Pasaquina, que fue reemplazado por Francisco Robles, su auxiliar. Y ahora Misael Alfaro, en el Audaz.
Que los directivos tengan paciencia con sus entrenadores es una buena señal. Sin embargo la supervivencia de algunos técnicos, aún sin buenos resultados, tiene cierta explicación. Vamos caso por caso.
El Sonsonate anunció el despido de su entrenador Rubén Alonso, pero ante la insistencia de su plantel le dieron una oportunidad más y el equipo lo defendió con buenos resultados. También le funcionó al equipo cocotero hace unos años, cuando los jugadores pidieron revertir el despido de Alberto Castillo y al final terminaron primeros en la fase regular del torneo. En este caso Alonso consiguió cierto colchón, de manera que una eventual derrota no lo pondría otra vez en la cuerda floja.
El Metapán tiene números muy malos. Normalmente, con esa poca cantidad de puntos el entrenador ya estaría en la calle. Pero las trayectorias se respetan, y Edwin Portillo -sobre todo en Metapán donde ganó 7 títulos- tiene más crédito que cualquiera, por eso sigue a pesar del mal momento y le tendrán más paciencia que a nadie.    
El caso del Audaz es el típico del equipo que pelea el descenso y no suma lo que debe. Misael Alfaro salvó su pellejo al ganar en Metapán y empatar ante Limeño sobre la hora cuando estaba muy cuestionado, pero una derrota de local ante el Sonsonate terminó por condenarlo.
En el fútbol salvadoreño una derrota puede enterrarte y una victoria salvarte el puesto. Pichi Escudero, criticado por los resultados del Águila cuando juega de visita, ha encontrado un bálsamo en el estadio Barraza en los últimos juegos y se ha instalado entre los de arriba.
Dos entrenadores que no deberían tener problemas, a pesar de que están en la zona baja de la tabla acumulada, son Eraldo Correia y Diego Pizarro, entrenadores del Firpo y del Dragón, respectivamente.
Correia, en teoría, no corre riesgos. Pero nunca se sabe… Ha sumado 10 puntos en el torneo con un equipo armando, como él mismo dijo, con remiendos y a última hora. Pero en estos momentos comparte el último lugar de la tabla con el Audaz por el descenso. Su mérito es que de la nada armó un equipo bastante competitivo, pero nada quita que una nueva derrota acabe con su destitución.
Lo mismo aplica para el colombiano Diego Pizarro, que construyó un Dragón muy joven y con mucha proyección. Aunque, claro, el objetivo a corto plazo es salvar la categoría. Sería extraño que lo quiten por perder dos o tres juegos seguidos -algo que todavía no ha ocurrido- porque su presidente anunció que “este es un proyecto a cinco años”.
Sea como sea, aún con las explicaciones del caso, que a esta altura diez entrenadores mantengan su puesto es algo para remarcar.


Claudio Martínez | @martinezchino | Columnista 


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