La columna de Claudio Martinez: El negocio que no es negocio



EL NEGOCIO QUE NO ES NEGOCIO

Claudio Martínez | @martinezchino | Periodista Deportivo

Hace unos días, en una entrevista a El Diario de Hoy, Ernesto Allwood, presidente de la Primera División, dejó una frase para la polémica: “La formación de jugadores no es un buen negocio”. Le cayó de todo, desde la calificación de “retrógrado” a poco visionario. Creo, sin embargo, que Allwood tiene razón: la formación de jugadores no es un buen negocio en El Salvador. Quien diga lo contrario, está mintiendo…


La frase de Allwood es un diagnóstico de la realidad salvadoreña actual. No nos engañemos. Que esa realidad debe cambiar, también coincidimos todos. Más allá de que si el dinero que va a las fuerzas básicas es considerado gasto o inversión, hay algo que no funciona. Además, Allwood no dijo que esto esté bien, simplemente describió lo que pasa en este país.


Es inútil compararse con Honduras y Costa Rica, cuyos clubes han recibido hasta 4 millones de dólares por sus jugadores. Pero solo por cercanía geográfica las cosas no llegan. Costa Rica y sus jugadores se ganaron una reputación en Mundiales y competencias juveniles. Honduras, por ejemplo, en el último ciclo clasificó a Mundial Sub17, Sub20, Juegos Olímpicos y Mundial. Además, ha tenido jugadores “embajadores” en Italia como David Suazo y en Inglaterra como Maynor Figueroa o Wilson Palacios que abrieron las puertas…


¿El Salvador? No. Que un futbolista llegue desde El Salvador es un problema. Le pasó, por ejemplo, a Roberto Domínguez -un jugador con enormes condiciones- cuando tuvo una posibilidad de ir a Nacional de Uruguay o recientemente cuando surgió el interés del Pathos chipriota. Andrey Grushin, agente ruso del jugador (también de Nelson Bonilla), lo dejó claro: "Nadie va comprar un jugador de la liga de El Salvador". La única opción de salir, entonces, es que el jugador tenga el pase en su poder y pueda negociar con su nuevo club sin que éste tenga que comprar el pase a su club salvadoreño. En otras palabras, que el club no reciba nada. 



Ahora bien, si el club decide cobrar por ceder o vender al jugador -que sería lo más lógico-, al equipo comprador, en este caso el Pathos, ya no le interesa y la operación queda trunca. Entonces será el club, en este ejemplo Santa Tecla, al que se le acusará de cortarle las alas al jugador. Por lo tanto, por un lado se dice que “fabricar jugadores indefectiblemente es un gran negocio”, pero a la hora del interés de un club extranjero queremos que el club lo entregue gratis para darle la posibilidad de que se vaya a jugar a Europa.

Es cierto que hay matices, y que se pueden incluir cláusulas que permitan que el club que ceda al jugador reciba posteriormente un porcentaje de una futura venta. Sí, puede hacerse. Pero hasta aquí, ningún salvadoreño en la última década ha sido transferido de una institución del exterior a otra por una gran suma de dinero. Los jugadores rescinden su contrato con uno y van a otro, sin dinero de por medio. 

¿Alguien se preguntó cuánto dinero recibió Juventud Independiente cuando Darwin Cerén se fue a Orlando? ¿O cuando Jaime Alas dejó el Firpo para ir al Rosenborg? Poco dinero, casi nada. Un equipo desapareció y otro quedó al borde de la bancarrota. Y estamos hablando de dos de las mejores ventas del fútbol salvadoreño. ¿Es un gran negocio? También vale el caso de Fesa, una institución modelo, que trabaja muy bien, que tiene excelentes entrenadores y contactos con los mejores clubes del mundo, y aún así le cuesta muchísimo colocar jugadores en el exterior y mucho más ser una institución que gane mucho dinero con la formación. Está comprobado que ni siquiera haciendo todo lo que hay que hacer se consigue vender a un jugador por un millón de dólares así porque sí.

Sí, Allwood tiene razón. Formar jugadores en este país no es un gran negocio. Diría que ni siquiera es un pequeño negocio. Es una mala señal, pero es la cruda realidad. Nos hubiera gustado más que hubiese dicho, como repiten muchos entrenadores extranjeros cuando llegan a El Salvador, que “acá hay jugadores talentosos que podrían jugar tranquilamente en Europa”. Pero todavía no ha llegado el jugador que pueda demostrarlo con hechos y que le abra la puerta el resto.






CLAUDIO MARTINEZ 
PERIODISTA DEPORTIVO
@martinezchino


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